Aunque fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2013, nuestro emblemático Pueblo Canario sigue olvidado tras largas décadas de decaimiento en las que, cada vez más, se aleja del propósito que persiguió Néstor Martín-Fernández de la Torre al concebirlo. Recientemente cerrada la última de las tiendas que ofrecía sus productos de artesanía, el pequeño bodegón dejará también de atender las necesidades gastronómicas y de refrigerio a los visitantes y turistas que cada vez en más escaso número, asisten a los esporádicos actos folklóricos celebrados con escasa o ninguna promoción. No se ofrece tampoco ya información turística y otros locales que antes fueron espacios comerciales ofrecen su abandono a quienes lo visitan. La ermita permanece cerrada salvo cuando hay puntuales actos civiles realizados por el Ayuntamiento.
Al idearlo, Néstor plasmó así su propósito:
Como consecución de un programa más vasto concibo la exposición permanente de productos canarios en el Parque Doramas. En ella estarán representados todos los productos de la escala de industrias del país, típicas y modernas, y los de la tierra, junto a la exposición se levantará el monumental Pueblo Canario, exhibición viva de nuestras costumbres y tradiciones, artesanos auténticos, que lograrían con su arte sus medios de vida y contribuirían al bienestar del país elevando su clase; laboratorio folklórico, escuela de canto y música popular, etc. (Habla Néstor, p. 39)
Parte fundamental de este entorno es el Museo que lleva su nombre y donde se guarda la mayor parte de su legado y obra en las más diversas artes pero que, sin embargo, languidece desde hace mucho sin realizar la labor que le es propia: la puesta en valor y divulgación regional, nacional e internacional de su obra, el mayor exponente del simbolismo de España. Tradicionalmente desatendido por su titular, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, con un escasísimo presupuesto y personal, asi como con muy pobres medios técnicos para la divulgación, de la que es ejemplo su página web o la inexistencia de un programa de edición de publicaciones y catálogos multilingües que puedan ofrecerse en foros culturales, artísticos y circuitos del sector en España y el mundo, el Museo Néstor languidece día tras día.
Por todo ello, ahora que surge un nuevo potencial económico con el incremento del turismo de cruceros en Gran Canaria, es hora de poner en valor lo nuestro, siendo el sitio ideal el lugar que fue concebido para ello: el Pueblo Canario. Ubicado a escasa distancia de los lugares de atraque portuarios, este espacio ha sido acertadamente incluído en el «Top 10» de los espacios más emblemáticos a visitar en una guía turística dedicada a los cruceristas editada por nuestro Ayuntamiento.
Pero recordemos que el turista no busca más de lo mismo, aquello que sin duda pueden ofrecerle más y mejor en muchos otros sitios, sino lo singular y distinto de cada lugar que visita. Para ello Gran Canaria cuenta con el Pueblo Canario, infraestructura que puede y debe ser escaparate de nuestros valores artísticos y tradicionales y de la que no dispone el resto del Archipiélago. En él puede y debe ubicarse de forma habitual los puestos artesanos, la gastronomía local y la venta de productos auténticamente típicos de los que, por lo común, sólo disfrutamos alguna que otra vez al año trasladándonos a los más distantes puntos de Gran Canaria, cuando aquí lo tenemos en el mismo corazón de la Ciudad y a escasa distancia del Puerto.
El Pueblo Canario y el Museo Néstor debe y puede ser lo que todos deseamos y lo que el turista busca: una incontestable fuente de ingresos económicos y atractiva visita a los foráneos si sabemos aplicar lo que Néstor proclamara en su manifiesto. Por ello, la RSEAPGC hace campaña en favor de este propósito y se dirige al Ayuntamiento capitalino, al Cabildo Insular, a los colectivos empresariales y sociales para hacer posible lo que desde hace mucho debió ser la oportunidad que nos mostrara Néstor.
Noticia sobre el comunicado aparecida en el periódico La Provincia (pdf)